Su experiencia
Cualquier cirugía resulta estresante. No es una experiencia cotidiana para la mayoría de las personas, pero puede ser una herramienta eficaz para tratar ciertas enfermedades y ayudarle a mejorar su estado de salud cuando otras opciones no son adecuadas.
Esta información le ayudará a comprender lo que puede esperar mientras se prepara para la cirugía, el día de la cirugía y durante la recuperación.
La información de esta página tiene un carácter general, y siempre debe hablar con los profesionales sanitarios si tiene alguna pregunta o duda.
Preparación para la cirugía
Good preparation is an important part of any treatment. Surgery is no different. Your healthcare provider will explain your personal care plan, but below are some general points to keep in mind in the days and weeks prior to your surgery.
Una buena preparación es una parte importante de cualquier tratamiento. La cirugía no es una excepción. El profesional sanitario le explicará su plan de cuidados personalizado, pero a continuación se presentan varios aspectos generales que deberá tener presentes los días y las semanas previas a la cirugía.
El día de la cirugía
Recibirá instrucciones precisas antes de la cirugía. Entre otras cosas, le indicarán cuándo debe presentarse en el hospital y cuándo debe dejar de comer y beber antes de llegar al hospital. Es fundamental que siga estas instrucciones rigurosamente.
Si no hace el ayuno tal y como se le indique, tal vez haya que cancelar la cirugía, con el consiguiente retraso en su tratamiento.
Esto se debe a que la anestesia utilizada durante la cirugía detendrá temporalmente los reflejos de su organismo. Si hay comida o bebida en el estómago, existe el riesgo de que pasen a la garganta. La comida podría pasar a los pulmones, causar daños en ellos y afectar a la respiración.
Si el médico le ha indicado que tome algún medicamento el día de la cirugía, tómelo con un sorbito de agua.
Es importante que acuda limpio al hospital. Báñese o dúchese antes de acudir al hospital antes de la cirugía, pero no se aplique ninguna loción, perfume, desodorante o maquillaje. No es necesario que se afeite la zona de la cirugía ni que limpie el área con otra cosa que no sea jabón normal.
Recuerde quitarse todas las joyas, incluidos los piercings.
No se olvide de llevar su documento de identidad al hospital.
Cuando llegue, lo habitual es que el área quirúrgica esté claramente indicada, para que todo el mundo sepa que está donde debe estar. Si tiene alguna duda, el personal de recepción podrá orientarle.
Una vez ingresado, le facilitarán un lugar para que esté cómodo hasta que llegue el momento de la cirugía. Un miembro del equipo quirúrgico irá a verle mientras espera y responderá a todas las preguntas que le haga.
Durante toda la cirugía estará dormido y un anestesista velará por su seguridad y comodidad durante todo el tratamiento.
La cirugía durará varias horas y después pasará a la sala de reanimación.
Recuperación
Después de la cirugía, notará la espalda rígida y dolorida. Tal vez le cueste permanecer mucho tiempo en una misma posición. Esto es normal y debería pasarse en las semanas siguientes a la cirugía.
Puede tardar uno o dos meses hasta que pueda retomar actividades sencillas, como las tareas domésticas livianas.
Puede tardar 6 meses o más en notar la espalda totalmente recuperada. Esto también es normal, y si deja que el cuerpo se cure después de la cirugía, aumentarán las probabilidades de conseguir una recuperación completa y eficaz.
Para facilitar la curación del organismo, es posible que deba usar una ortesis lumbar. Su médico también podrá recomendarle que acuda al fisioterapeuta. Si fueran necesarios, estos pasos adicionales le ayudarán a recuperar la salud más rápido y a garantizar que los resultados del tratamiento sean más eficaces y duraderos.
Una recuperación completa y eficaz también depende de usted
A continuación se presenta información general; siempre debe hablar con los profesionales sanitarios si tiene alguna pregunta o duda.
Igual que las visitas preoperatorias, los cuidados de seguimiento son una parte esencial de su tratamiento y su bienestar. Asegúrese de acudir a todas las citas y póngase en contacto con el profesional sanitario si tiene alguna duda o problema. Ellos son los que mejor conocen sus circunstancias personales.
Para reducir la rigidez y las molestias, puede aplicar compresas calientes directamente sobre los músculos afectados, pero no debe colocar ninguna fuente de calor directamente sobre la herida ni dormir con una fuente de calor que presione directamente sobre la piel.
Puede tardar un tiempo en recuperarse por completo de la cirugía. Durante las primeras semanas y meses después de la cirugía tal vez deba hacer algunos ajustes en su estilo de vida habitual para conseguir las máximas probabilidades de recuperarse por completo.
Trabajo
Deberá hablar con su médico sobre el proceso de recuperación antes de tomar decisiones sobre la vuelta al trabajo, aunque en muchos casos, mientras no exija esfuerzos físicos, los pacientes pueden volver a trabajar uno o dos meses después de la cirugía.
Si su trabajo supone un esfuerzo físico ligero, tardará algo más, tal vez entre 3 y 6 meses.
Si su trabajo implica un esfuerzo físico importante, tal vez deba ajustar sus exigencias laborales para no comprometer la eficacia del tratamiento.
Es importante que hable tanto con su médico como con su empleador antes de regresar al trabajo para asegurarse de que sabe qué actividades puede llevar a cabo y si hay que hacer algún ajuste.
Actividad física
Después de la cirugía, su organismo gastará mucho esfuerzo y energía en recuperarse.
Es probable que se sienta cansado algún tiempo. Es importante que descanse cuando se note cansado y que dé prioridad al sueño, ya que esto le ayudará a recuperarse con la mayor rapidez y eficacia posibles.
Sin embargo, sigue siendo importante que se mantenga activo. Su médico le explicará cuál es la mejor forma de proceder en función de sus circunstancias personales pero, en general, se recomienda hacer algo de ejercicio ligero a diario.
Para muchos pacientes, el punto de partida ideal es caminar, ya que es una forma relativamente sencilla de aumentar constantemente el nivel de actividad cada día sin someter al organismo a una tensión excesiva.
El ejercicio ligero estimula la circulación y contribuye a prevenir complicaciones secundarias, como neumonía y estreñimiento. Caminar también puede aliviar las molestias musculares que tal vez tenga después de la cirugía.
Siempre debe hablar con su médico antes de introducir un aumento importante de actividad.
También es posible que deba replantearse lo que considera «actividades enérgicas» durante la recuperación. Ciertas actividades cotidianas, como coger un niño en brazos o llevar las bolsas de la compra, incluso hacer tareas domésticas livianas, pueden suponer una mayor tensión para la espalda de lo que cree.
Su médico le informará cuando crea que es adecuado que reanude actividades más concretas como correr, levantar pesas o hacer ejercicio aeróbico enérgico.
Dieta
Debería poder comer con normalidad poco después de la cirugía. Si presenta algún problema digestivo, consulte a su médico y pruebe a comer alimentos ligeros y bajos en grasa, como arroz blanco, pollo asado, pan tostado y yogur, hasta que los síntomas remitan.
Tal vez note cierto grado de estreñimiento inmediatamente después de la cirugía. Esto es habitual y no es motivo de alarma. Hable con un profesional sanitario. Tal vez deba tomar un suplemento de fibra para facilitar la vuelta a la normalidad de las funciones corporales.
Si los síntomas persisten, hable con su médico, que le dirá qué es lo más adecuado en su caso.
Medicamentos
Es posible que le receten analgésicos para que esté más cómodo durante los primeros días de la recuperación. Es importante que los tome exactamente como le indiquen.
Si no le han recetado ningún analgésico pero piensa que le resultarían útiles para aliviar las molestias durante la recuperación, hable con su médico, quien evaluará sus necesidades y le hará las recomendaciones oportunas.
Si experimenta algún efecto secundario con algún analgésico, consulte a su médico inmediatamente. Seguramente haya opciones alternativas que pueda recomendarle, así que no tendrá por qué soportar el dolor.
Cuidado de la herida
Le darán instrucciones específicas sobre los cuidados de las heridas quirúrgicas (incisiones) realizadas durante la cirugía.
Estas instrucciones dependerán del tipo de material utilizado para cerrar las heridas y pueden ser distintas respecto a las indicaciones que le dieran después de otras cirugías anteriores. Es importante que siga estas instrucciones.
No dude en hablar con su médico para aclarar cualquier duda que tenga acerca del cuidado de las heridas quirúrgicas.
Si la zona de la herida duele o se inflama después de la cirugía, consulte a su médico inmediatamente.
Acuda al médico
Si experimenta cualquiera de las situaciones siguientes, consulte a un médico de inmediato:
- Los analgésicos no alivian las molestias
- Tiene problemas relacionados con el control de la orina o de las defecaciones, incluido el estreñimiento persistente
- Aparecen síntomas nuevos en las piernas o la zona lumbar o presenta empeoramiento de los síntomas preexistentes. Estos síntomas pueden consistir en:
- Adormecimiento
- Debilidad
- Dolor
- Hormigueo
- Experimenta cualquier signo de infección, como:
- Dolor, hinchazón, calor o enrojecimiento en aumento o persistentes
- Salida de pus por la herida
- Fiebre
- Los puntos se sueltan, la herida se abre o sale sangre o líquido por la herida